El COVID-19 o más conocido como coronavirus está teniendo un negativo impacto en la economía global y, como resultado, Estados Unidos enfrentará gran adversidad en el 2020.

Sin embargo, el impacto del COVID-19 es más agudo en China, ya que ese país representa el 16 por ciento de la economía global. China lleva cerca de 7 semanas con su actividad económica severamente reducida y sus consecuencias recién se están reflejando en los datos.

Para recudir el impacto del COVID-19, Estados Unidos y otros países están tomando una combinación de medidas tales como salud preventiva, facilidades monetarias, y en algunos casos, asistencia fiscal.

Un análisis del Banco Mundial sugiere que el impacto económico más grande proviene de firmas y hogares con aversión al gasto lo que finalmente reduce la actividad económica.