La ciencia y la razón han prevalecido. Los negacionistas del cambio climático han sido derrotados. Las injusticias sociales están siendo desenmascaradas. Y los gobiernos, las empresas, las instituciones y los individuos están de acuerdo en que hay que hacer algo. En un mundo plagado de desacuerdos y discordias, es un triunfo del consenso global.

Sin embargo, la ambición y la acción son dos cosas diferentes. La ambición está en todas partes. Los gobiernos y las empresas de todo el mundo han establecido objetivos agresivos de NetZero (algunos incluso los han consagrado en la ley). Han prometido luchar contra las injusticias sociales. Y han establecido altas expectativas para la gobernanza, tanto dentro de sus propias organizaciones como en los ecosistemas en los que influyen.

La ambición es importante. Pero lo que el mundo realmente necesita es más acción. El tiempo se acaba. Tenemos menos de una década para alcanzar los objetivos iniciales del Acuerdo de París de reducción de emisiones del 50 por ciento para 2030. La mecha es mucho, mucho más corta en algunos de los desafíos sociales que enfrentan muchas naciones. No hay más tiempo que perder en la inacción. Es hora de hacer realidad ESG.

Pero ahí está el problema. En todo el mundo, los líderes y los responsables de la toma de decisiones están luchando por traducir sus ambiciones en planes de acción prácticos y alcanzables. Saben la dirección que quieren tomar, pero no saben cómo llegar allí o cómo medir su progreso. Hay demasiados estándares y muy pocas historias de éxito. La confusión y la incertidumbre abundan.

Innovación, regulación y gobernanza

En KPMG creemos que, para hacer que ESG sea real, lo que el mundo necesita es más innovación, una regulación más clara y una mejor gobernanza. La innovación puede dar al mundo las herramientas para llegar allí. La regulación ayuda a aclarar el destino. La gobernanza busca garantizar que todos cumplan sus promesas. Sin innovación, regulación y gobernanza, el camino hacia los resultados ESG siempre será serpenteante y opaco.

Hacer que ESG sea real requerirá más innovación, no solo en torno a las tecnologías innovadoras y de disparo a la luna, sino también en las igualmente importantes innovaciones incrementales de procesos y sistemas, construyendo la oleada de actividad que conduce a una transformación fundamental. Necesitamos pensar de manera diferente si queremos desarrollar soluciones diferentes.

Por lo tanto, hacer que ESG sea real requerirá que los gobiernos y los reguladores creen regulaciones claras y habilitadoras que alienten a las organizaciones y las personas a invertir en soluciones, y que proporcionen claridad en torno a los estándares y expectativas. Los reguladores deberían (RC) dejar de centrarse en el pasado y comenzar a establecer las guías para el futuro. Con demasiada frecuencia la vida se ve en el espejo retrovisor; ahora tenemos que mirar al frente

Hacer que ESG sea real también requerirá que las organizaciones piensen de manera mucho más holística sobre la gobernanza, no solo sobre sus iniciativas e inversiones ESG, sino en toda la organización y en las comunidades y ecosistemas a los que sirven. Sin una gobernanza adecuada, el progreso en esg nunca puede ser sostenible.

Emerge un camino

La buena noticia es que estamos viendo un ritmo acelerado de progreso en las tres áreas. Nuevas ideas e innovaciones están llegando rápidamente al mercado. El sector de la construcción en Hong Kong (RAE), China ofrece una visión de cómo los gobiernos pueden fomentar la innovación en el entorno construido. El sector de las energías renovables está fomentando la innovación en la distribución y el almacenamiento de energía. Los ecosistemas de jugadores se están uniendo para crear nuevas soluciones a desafíos generalizados como la modernización de casas y edificios antiguos.

Están surgiendo nuevas iniciativas regulatorias destinadas a proporcionar certidumbre y cerrar lagunas. Por ejemplo, el Mecanismo de Ajuste Fronterizo de Carbono de la UE muestra cómo se puede utilizar la regulación no sólo para garantizar la equidad del mercado, sino también para crear certeza que impulse la acción. Otro gran ejemplo de innovación regulatoria en torno a ESG se puede encontrar en la forma en que los estados de Victoria en Australia y California en los Estados Unidos están usando la regulación para reducir el riesgo y la severidad de los incendios forestales.

También hay avances en el lado de la gobernanza. Los gobiernos municipales de Noruega están mostrando cómo los resultados del gobierno pueden vincularse a los objetivos de los ODS de la ONU. El Banco Mundial está ayudando a los mercados a mejorar la gobernanza en torno a los programas de reciclaje de activos. El Directorio de PPP de Kenia muestra cómo se puede utilizar la gobernanza para impulsar los resultados sociales en los mercados en desarrollo.

Tiempo para la acción

Esta edición de Insight Magazine muestra estos ejemplos de innovación, regulación y gobernanza que buscan marcar la diferencia. Exploramos cómo los gobiernos y las organizaciones están inspirando la acción a través de una variedad de objetivos. Destacamos casos de éxito e ideas emergentes. Y preguntamos a los líderes de todo el sector de la infraestructura cómo están haciendo realidad sus objetivos ESG.

El tiempo para hablar ha pasado. Ahora es el momento de actuar. Es hora de hacer que ESG sea real.