Predicción

Nada puso de relieve las deficiencias de los sistemas de bienestar de muchos países, como la pandemia de COVID-19. Junto con el creciente uso de la automatización del empleo y la disminución del crecimiento de la población, creó una presión sobre los esquemas de los estados de bienestar, y muchos temían que la situación condujera a un aumento de la violencia social debido al desempleo y la desigualdad.

Para evitar el peor de los casos, muchas naciones han adoptado hoy la Renta Básica Universal (UBI) como un plan de bienestar donde cada ciudadano recibe un ingreso fijo incondicional del estado. España fue uno de los primeros países en implementar un esquema de UBI durante COVID-19, sin embargo, fue Finlandia quien primero realizó un experimento de UBI de la UE entre 2017 y 2018, cuando dos mil personas desempleadas lo recibieron en lugar de los beneficios de desempleo tradicionales.

En 2040, los esquemas de UBI son comunes y se financian con impuestos más altos (pero iguales) sobre todos. Un estándar tributario global ahora protege contra la evasión fiscal a través de paraísos fiscales en el extranjero, y las tasas de impuestos corporativos están estandarizadas.

No es de extrañar que haya habido una reacción violenta contra la imposición estándar sobre todos los ingresos personales en lugar de una tributación progresiva. Sin embargo, los defensores del esquema dicen que hay un sentido inherente de equidad en un impuesto igual que permite ingresos básicos iguales a todos. Además, los esquemas de bonos ejecutivos y de plusvalías están regulados y son más gravados que el salario básico para reducir la desigualdad.

Una crítica común a la IBU por parte de algunos académicos y profesionales fue que el desempleo se convertiría en una opción, y la meritocracia sufriría. Sin embargo, los oponentes de esto afirmaron que los beneficios sociales generales de las IBU superaban con creces a los pocos individuos no motivados que probablemente no prosperarían en un entorno sin IBU de todos modos.

Hoy en día, parece claro que quienes apoyan los planes de IBU están en lo cierto. La IBU no ha demostrado desincentivar a la gente para que trabaje. Por el contrario, cuando alguien ya no necesita trabajar para sobrevivir, parece que su potencial innovador y creativo se ha desatado, lo que ha desencadenado un renacimiento del espíritu empresarial y del arte. Ahora estamos presenciando una especie de renacimiento artístico no diferente al de la Florencia del siglo 15th.

En los últimos años, ha habido una voluminosa producción artística de arte digital, música y cine, y la creación de contenidos es reconocida como una verdadera forma de arte. La tecnología digital, mezclada con actividades empresariales creativas y la producción cultural, se han convertido en enormes motores económicos que impulsan el crecimiento y la prosperidad, todo porque la IBU permite a las personas vivir con la libertad creativa y el espacio para emprender actividades que les apasiona e interesa.

¿Por qué sucedió esto?

En la década de 2020 surgieron dos tendencias significativas que estimularon la rápida adopción de IBU: (1) los expertos temían una crisis de estanflación debido al rápido aumento de la inflación mundial y la desaceleración del crecimiento económico; y (2) las proyecciones de IBU post-pandémica se volvieron más realistas.

Para el 2030, se habían establecido planes de IBU a gran escala, ya que la IA condujo a reducciones de empleos y a un aumento del desempleo, aunque también creó un exceso de riqueza. Muchas ciudades y gobiernos comenzaron con IBU para los niños, ofreciendo a los padres trabajadores más estabilidad y seguridad en el hogar.

Quienes dijeron que el IBU conduciría a la estanflación porque el aumento de las asignaciones de ingresos se conocería con antelación, y los productores podrían simplemente subir los precios para “absorberlos” también han disipado sus temores. “¿Dónde encontrarán el dinero los gobiernos?” Ya no es una objeción válida a la UBI, y los temores de que desencadenaría la inflación también han demostrado ser infundados. Hoy en día, los expertos coinciden en que el IBU puede servir y está sirviendo los objetivos de la política fiscal, al tiempo que proporciona una red de seguridad vital para los ciudadanos de todo el mundo.

Impacto potencial

Hoy en día, sólo hay que mirar a su alrededor para ver que un movimiento general de renacimiento cultural está en marcha. Las personas que reciben un ingreso básico están dedicando tiempo a perseguir sus intereses, y el empleo por cuenta propia y el espíritu empresarial se están convirtiendo en los principales medios de empleo y producción económica. No es de extrañar que los niveles de estrés en el lugar de trabajo hayan disminuido considerablemente, ya que el desempleo ya no es algo que hay que temer, sino una oportunidad para la innovación y el bienestar.

En cuanto a los temores de que el IBU provocaría la muerte de la meritocracia, lo opuesto parece ser cierto. Las PYME y las empresas y cooperativas comunitarias están prosperando en un mundo que ya no está dominado por grandes conglomerados capitalistas. A medida que se reduce la desigualdad de ingresos, se mejora la salud física y mental de las personas.

El debate ya no se centra en si se necesita una UBI, sino en qué forma de UBI será la más eficaz.

                   

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Aaron Chuah

Aaron Chuah

University of Leeds

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