Predicción

Hace veintitantos años, los entusiastas de la tecnología estaban ansiosos por señalar la Ley de Moore como una forma de predecir el potencial de una computadora para alcanzar un nivel humano de inteligencia artificial (IA). Creían que verían IA a nivel humano para 2040 y IA súper inteligente para 2060.

Hoy en día, la dependencia de la IA de la sociedad va mucho más allá de los teléfonos inteligentes, los chatbots y la fabricación y producción asistida por IA de principios del siglo 21. Y aunque las máquinas aún no se han hecho cargo, sectores como la atención médica, el comercio minorista, la minería y la infraestructura utilizan la IA para realizar negocios e impulsar las ganancias.

Aunque nadie niega el valioso papel de la IA en la vida diaria, los reguladores están compitiendo contra el tiempo para mitigar los impactos negativos que está teniendo la omnipresencia de la IA. Han establecido acuerdos multilaterales para regular la práctica mundial y están llegando a un consenso sobre cuestiones que requieren regulación, entre ellas:

  • Cómo la IA ha llevado a una mayor disparidad de ingresos y ha dejado a un subconjunto de la población privado de la dignidad que viene con el trabajo y un sentido de contribuir al bien social.
  • Qué trabajos, particularmente aquellos que requieren habilidades más matizadas, como la atención al paciente, deben ser realizados por humanos. Esto incluye medir la proporción dividida entre humanos y máquinas para ciertos trabajos y roles.
  • El mal uso de la vigilancia amplia y la armamentización de datos que está perjudicando a los grupos insuficientemente representados.
  • Con el objetivo de garantizar que la IA no discrimine, sino que promueva y apoye la diversidad y la inclusión.

También hay un debate continuo entre los reguladores y otros interesados sobre si la IA encaja dentro de los marcos legales existentes o si se debe desarrollar una nueva categorización con características e implicaciones explícitas. Esto es especialmente a la luz de los asistentes de IA que realizan revisiones legales, financieras y éticas iniciales que sólo son verificadas más tarde por los seres humanos.

¿Por qué sucedió esto?

No todo el mundo estuvo de acuerdo en 2021 en que la IA era el salvador tecnológico que el mundo había estado esperando.

Hubo muchas ocasiones en las que el uso de la IA tuvo un impacto negativo en la sociedad.

  • Algunas herramientas de reclutamiento de IA mostraron estar sesgadas contra las mujeres.
  • Las falsas coincidencias de reconocimiento facial llevaron a arrestos de hombres y mujeres inocentes.
  • Los sistemas de IA defectuosos en los automóviles automotrices han provocado accidentes de tráfico graves y, en algunos casos, la muerte.
  • GPT-3, un sistema de IA ha demostrado ser discriminatorio hacia los musulmanes.

En 2021, los reguladores también estaban luchando con la regulación global de la IA. En abril de ese año, la UE redactó el primer marco legal para la IA, fomentando el desarrollo ético de las tecnologías de IA en los países miembros. Sin embargo, ya están surgiendo diferencias de opinión y de práctica, en particular en lo que respecta a la protección de los derechos humanos fundamentales, como el derecho a la intimidad.

Los reguladores de la UE establecieron e implementaron el GDPR, o Reglamento General de Protección de Datos, la ley de privacidad y seguridad de datos más estricta hasta ese momento. Incluía cientos de páginas de requisitos para organizaciones de todo el mundo que se dirigen o recopilan datos relacionados con ciudadanos o residentes de la UE. Por ejemplo, en un artículo se afirmaba que una persona tenía derecho a no ser objeto de una decisión basada únicamente en el procesamiento automatizado, incluida la elaboración de perfiles.

Impacto

Está claro que la IA no puede ser una zona sin ley. Un aumento en la regulación de la IA es un buen primer paso para ofrecer un nivel mínimo común de ética y sanciones relacionadas en todo el mundo. Es alentador que ahora haya niveles estándar de privacidad, seguridad, protección, equidad, responsabilidad y transparencia que deben cumplirse en múltiples industrias y sectores. Pero a medida que se desarrollan y liberan nuevas tecnologías de IA en la sociedad, se deben elaborar e imponer más regulaciones.

En el futuro, los avances en los sistemas de IA probablemente harán que la tecnología sea aún más omnipresente, afectando el bienestar y los medios de vida de las personas de todas las maneras imaginables. Los defensores de la ética dicen que esperan que los principios que se centran en el bien público continúen desempeñando un papel crítico.

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Autores

Amanda Bartley

Mathilde Kerjouan

Sharmeen Shahidullah

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