Predicción

En 2040 las personas están socializando, trabajando y viviendo a través de sus billeteras digitales. En la década de 2020, las billeteras digitales solo existían en el teléfono inteligente de una persona, pero ahora, debido al crecimiento de la biotecnología, las personas pueden utilizar sus billeteras digitales y gastar monedas digitales a través de biochips en sus muñecas y gafas / lentes inteligentes. Nunca ha sido tan fácil para un individuo pagar por sus necesidades diarias.

Se predijo que el papel moneda desaparecería para 2020, sin embargo, no fue hasta la década de 2030 que el crecimiento de las tecnologías inteligentes y los implantes de biotecnología hicieron posible eliminar por completo la necesidad de llevar dinero físico. Un individuo ahora tiene un soplo de recursos para seleccionar para almacenar su billetera digital. Esto ha abierto más oportunidades para llevar múltiples monedas a la vez, incluyendo bitcoin y ethereum.

Los organismos gubernamentales incluso han comenzado a ramificarse en monedas digitales y han formado su propia forma única de dinero, dando a su economía local una mayor estabilidad. Esto ha tenido un impacto significativo no sólo en las prósperas economías del mundo, sino sobre todo en los países en desarrollo que ahora están pasando por un cambio transformador sustancial.

De cara al futuro, espere que los escaneos de iris sean más frecuentes en las transacciones de los consumidores, ya que su tecnología automatizada superior ofrece seguridad avanzada contra delitos cibernéticos, robo de datos y otros riesgos en comparación con los dispositivos digitales.

¿Por qué sucedió esto?

¿Por qué la gente estaba tan dispuesta a dejar atrás el papel moneda? Algunos expertos dicen que la tecnología llegó en el momento oportuno para llenar el vacío creado por el colapso de la confianza de los consumidores en las instituciones financieras tradicionales. Otros dicen que es solo un regreso a la forma en que solían ser las cosas hace mucho tiempo.

Tampoco hay que descontar cómo jugó el COVID-19 en la desaparición del papel moneda. El papel moneda generalmente se ve como un portador de gérmenes y enfermedades, y a medida que la pandemia creció, las empresas en dificultades insistieron en que las personas usaran teléfonos inteligentes de plástico o sin contacto para completar las transacciones.

Impacto

Como la mayoría de las cosas relacionadas con la tecnología, el cambio a las monedas digitales ha venido con ventajas y desventajas.

Las monedas ya no se fabrican, lo que ahorra millones de dólares a países y territorios, si no miles de millones, en la minería del metal. Y con el dinero físico ya no en juego, la tasa de deforestación ha caído significativamente.

La producción de moneda digital también requiere inversión en infraestructuras de datos altamente seguras que necesitan altas cantidades de energía para alimentar el aire acondicionado. Además, la ciberseguridad sigue siendo una preocupación primordial para los gobiernos, que deben invertir miles de millones en sus presupuestos de defensa para los ejércitos cibernéticos y la policía cibernética para salvaguardar sus activos digitales. Para superar algunos de estos desafíos, los gobiernos y las empresas también están tomando medidas como invertir en centros de datos submarinos para reducir las emisiones y la necesidad de aire acondicionado.

Aún así, el cambio a las monedas digitales ha comenzado a democratizar las finanzas de maneras que nunca podrían haberse imaginado a principios del siglo 21. Muchos expertos están de acuerdo en que las ventajas son enormes cuando se trata de cosas como el acceso empresarial al capital y los pagos internacionales. Creen que las monedas de código abierto, transparentes y descentralizadas son fuerzas imparables cuyo poder apenas ha comenzado a realizarse.

     

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Authors

Guillermo Fernandez

Guillermo Fernandez

KPMG in Spain

Dominic Short

Dominic Short

University of Leeds