Predicción

Es 2040, y los derechos humanos se extienden a todo: ríos, lagos, tierras y todas las criaturas vivientes. Los humanos ya no son los únicos protegidos por leyes y regulaciones, sino que también lo está el medio ambiente que nos rodea.

Una conciencia elevada se ha afianzado. Con una transparencia casi completa de las cadenas de suministro y sus impactos en el medio ambiente, las organizaciones y las personas son muy conscientes de sus acciones y el impacto que tienen en el medio ambiente. Las organizaciones y los individuos reciben asignaciones individuales de CO2, lo que hace que la responsabilidad sea personal. Esto también permite a los gobiernos, órganos legislativos e instituciones tomar mayores medidas para hacer cumplir y proteger los derechos de la naturaleza. Ahora se lucha por la naturaleza en los tribunales y sus derechos se consideran iguales a los derechos humanos. En esta realidad, los nuevos modelos de negocio se basan en mantener la responsabilidad ambiental.

Estos cambios han tenido un efecto radical en las empresas y en la forma en que construyen sus modelos operativos. A medida que las redes comunales satisfacen la mayoría de las necesidades diarias de las personas, el uso de los recursos naturales (tierra, agua, suelo y más) ahora tiene un alto costo para reembolsar a la naturaleza a través de la conservación y la rehabilitación.

¿Por qué sucedió esto?

En la década de 2020, numerosos países asumieron compromisos a largo plazo con cero emisiones netas de carbono y comenzaron a crear marcos de políticas a largo plazo que incentivarían y reasignarían la responsabilidad ambiental. Legalmente, la responsabilidad ambiental se le dio un nuevo terreno a medida que las personas comenzaron a perseguir daños ambientales generales o se intensificaron en nombre de los recursos naturales. Al mismo tiempo, una remodelación disruptiva de la responsabilidad ambiental comenzó a nivel de base, ya que la educación enfocada y una mayor conciencia del cambio climático llevaron a las generaciones más jóvenes a cambiar la forma en que interactúan con el medio ambiente. Los cambios fundamentales en el pensamiento social fueron posibles gracias a que los jóvenes activistas que tomaron el centro del escenario como la próxima generación de líderes. Juntos, empujaron al mundo a reimaginar y redefinir la definición de identidad ambiental, derechos ambientales y responsabilidad.

Impacto

Hoy en día, se ha logrado una sociedad donde la naturaleza y los humanos tienen los mismos derechos y todos se esfuerzan por lograr el minimalismo de los recursos. Esto ha llevado la utilización de recursos a mínimos históricos, con regulaciones y leyes ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) que protegen la naturaleza y la vida silvestre tanto como lo hacen las personas.

Los países de todo el mundo trabajan juntos para garantizar la protección del medio ambiente, apuntalando la nueva conciencia ecológica global del mundo. Sin embargo, la transparencia en la presentación de informes y el seguimiento de las huellas ambientales exige regulaciones éticas y de vigilancia que algunos encuentran intrusivas.

Si bien es crucial celebrar el progreso, los desafíos persisten. Los riesgos y avances tecnológicos han provocado un cambio en la fuerza laboral y la estructura de las empresas. Estos cambios han beneficiado desproporcionadamente a las naciones más ricas y, en algunos casos, han aumentado las brechas en la calidad de vida y la competitividad.

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Autores

Ali O’Mara

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Elanor Cansdale

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University of Leeds

Markus Heckhausen

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