Por: Olivia Segura

Ante la pandemia de COVID-19 y la necesidad de nuevas competencias, la Alta Dirección ahora identifica el desarrollo del talento como la clave para el éxito futuro en sus organizaciones. Esto obedece a que 69% de las empresas encuestadas a nivel global coinciden en que reducirán el espacio de sus oficinas (82% en México, 90% en Centroamérica)2, lo cual requerirá de nuevas formas de interacción entre colaboradores, colegas, líderes y también con clientes, proveedores y entidades externas.

Nuevas formas de interacción, nuevas competencias

 

El desarrollo de competencias conductuales en adición a las competencias técnicas serán la clave del éxito para la continuidad e incluso prosperidad de las organizaciones en el contexto actual. La disrupción generada por la contingencia sanitaria acentuó la necesidad de nuevas formas de interacción y desempeño de actividades que requieren el desarrollo acelerado de competencias nuevas para mantener la continuidad de las operaciones en distintos esquemas de trabajo. El número de reuniones presenciales y viajes para juntas internacionales ha disminuido al mínimo con el objetivo de salvaguardar la vida y la salud de la fuerza laboral. Con ello, la comunicación a distancia, capacidad de síntesis, escucha activa y autogestión se han convertido en habilidades indiscutiblemente necesarias para navegar en un entorno de videoconferencias, correos electrónicos y mensajes instantáneos. La habilidad de estar presente, de escuchar, asimilar y ser capaz de responder con la empatía que solo puede demostrarse si se estuvo atento a una conversación, aún a la distancia, se vuelve clave para mantener la unidad de los equipos y el desempeño y compromiso de los colaboradores.

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El reto cultural

 

Sin duda, la pandemia también ha dejado en evidencia aspectos positivos de la cultura organizacional y su nivel de resiliencia.

De acuerdo a la encuesta mencionada anteriormente, 68% de las empresas a nivel global señalan que la comunicación con los empleados mejoró durante la crisis (75% en México, 90% en Centroamérica) y 75% coincide en que el trabajo a distancia ha provocado que las organizaciones hagan cambios significativos en sus políticas, con el objetivo de nutrir su cultura (87% en México, 70% en Centroamérica)2. ¿A qué obedece un cambio en estas habilidades y decisiones? ¿será un indicio de que hay que mejorar la forma de actuar y decidir en las organizaciones? ¿es por ello que los denominados pathfinders o líderes que marcan tendencia coinciden en que la redefinición o el perfeccionamiento de la cultura será fundamental para gestionar las consecuencias del COVID-19 y transitar a una nueva realidad?1

Estas son palabras de aliento que podrían servir para que el área de Recursos Humanos (RR.HH.) mantenga el posicionamiento de su liderazgo más allá de la pandemia: 79% los CEOs coinciden en que RR.HH. juega un rol vital en establecer la cultura adecuada para la compañía.1 ¿Cuál es la cultura que necesita cada organización? Algunos denominadores que podrían ser comunes:

 

1) La reflexión, que permite ser autocríticos y tener la humildad para comprender, identificar y aceptar que existen actitudes, actividades y situaciones que son perfectibles y que el statu quo podría no ser la mejor alternativa para continuar en el futuro

2) La reinvención, que permite dejar atrás los viejos paradigmas que impiden evolucionar e intentar nuevas formas de hacer, decir, proponer, interactuar, solucionar y, por ende, avanzar

3) La resiliencia, que por fin ha cobrado la relevancia que siempre ha tenido en la vida profesional y personal. Ser capaces de recuperarse de la adversidad y continuar intentando y avanzando. La desestimada, poco popular y universal fórmula del éxito que nos permite recordar que el trabajo todo lo vence y que, esta frase que acuñó el antiguo filosofo Virgilio, hoy nos recuerda que nunca estuvo equivocado a pesar lo impopular que su afirmación que pudiera ser en un mundo donde se busca el éxito y los reconocimientos inmediatos. 

Las oportunidades continúan: responsabilidad social e inclusión

 

Por otro lado, 89% de las empresas concuerdan que el propósito y los valores corporativos han jugado un papel central en la forma en que sus empresas han respondido a COVID-191* y 62% afirma que ahora su organización está más involucrada con las comunidades locales en donde está basada su operación (63% en México, 80% en Centroamérica)2.

Además, 63% señala que el trabajo a distancia ha ampliado su banco de talento potencial (44% en México; 100% en Centroamérica)2. La adversidad derivada de la pandemia ha vuelto más humanas, más empáticas y solidarias a las organizaciones, sus líderes y colaboradores. El ADN de las corporaciones quedó al descubierto y su razón de ser y los valores que la rigen, hoy unen a competidores para ayudar en la crisis sanitaria y fortalecen vínculos con colaboradores y colegas con quienes antes fueron lejanos. Irónicamente en el momento en que la digitalización se acelera a un ritmo sin precedentes, las organizaciones son más humanas y empáticas que nunca. Lo humano se vuelve clave para la continuidad y la prosperidad de los negocios.

Esta afirmación se traduce en una oportunidad para incorporar a la fuerza laboral en otras ubicaciones geográficas y otras cuestiones como:

1) Reinsertar a la población económicamente activa a mujeres que hicieron una pausa en su carrera profesional para formar una familia y que el tiempo de traslados les generaba un conflicto de prioridades

2) Personas con algún tipo de discapacidad o limitación de movilidad física para quienes el traslado era una barrera para laborar en una organización

La diversidad del talento tiene una correlación directa con el desempeño financiero. ¿Las organizaciones aprovecharán esta oportunidad para allegarse del talento antes desapercibido y desarrollar en ellos las competencias críticas para el presente y el futuro, en un segmento que ha sido excluido por el anterior statu quo? Esto generaría lealtad y compromiso con una organización que por primera vez, en algunos casos, o en mucho tiempo les da la oportunidad que tanto habían esperado.

Vale la pena reflexionar sobre los aprendizajes que está dejando esta pandemia. Es importante recordar que para prosperar y aprovechar las oportunidades que ofrece la crisis actual, como son: nuevas fuentes de talento y nuevos esquemas de trabajo que aumentarán la productividad, eficiencia y mejorarán la experiencia de los colaboradores, es importante concentrarse en el lado positivo, ya que siempre hay una oportunidad por descubrir y aprovechar para salir adelante, incluso fortalecidos y mejor preparados, como lo ha demostrado la historia de la humanidad y los negocios.

 

Nota: las ideas y opiniones expresadas en este escrito son de la autora y no necesariamente representan las ideas y opiniones de KPMG en México.

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