05/05/2020

 

En las últimas semanas se han deteriorado los pronósticos para la economía derivado de la crisis sanitaria de COVID-19 y, en consecuencia, habrá mayores presiones para las finanzas públicas. Si bien se ha reiterado la intención de mantener finanzas públicas sanas, inevitablemente habrá caída en las recaudaciones públicas.

Una forma de aminorar el impacto de esta realidad en la vida de las empresas y familias es creando un plan de continuidad de negocio que abarque distintos aspectos, desde la cadena de suministro hasta factores internos y externos que impacten a la operación, de los cuales podemos destacar cuatro puntos clave:

1. Comercio internacional: está sufriendo un retraso logístico debido al cierre de fronteras en algunos países y, aunque ha habido flujo de mercancías, este no se encuentra en su nivel óptimo

2. Entrada en vigor de T-MEC: el cual ya fue aprobado, entrando en vigor a partir del 1° de Julio de este año. Será necesario verificar la adopción de las nuevas reglas de operación, así como los costos que pudiera implicar.

3. Temas contractuales: específicamente en el tema legal, es indispensable revisar a fondo las posibles sanciones por incumplimiento de contratos, ya sea con proveedores o con clientes. Igualmente, será necesario verificar si existen cláusulas en relación con emergencias sanitarias y/o eventos de fuerza mayor.

4. Cumplimiento fiscal: es primordial evaluar mecanismos internos y externos para el control de la crisis. Si bien las autoridades no han emitido planes de beneficios o apoyos fiscales en temas de diferimiento para pago de impuestos (salvo el caso del IMSS para las cuotas obrero-patronales), existen otras opciones de mecanismos que se pudieran utilizar y evaluar constantemente por parte de los contribuyentes para mejorar su situación fiscal.

 

Dichos elementos pueden ser:

— La evaluación de la posible disminución de pagos provisionales: las empresas tienen la obligación de hacer pagos provisionales de manera mensual; sin embargo, de acuerdo con la ley, a partir del segundo semestre de cada año se puede disminuir el factor con el que se determinan estos pagos provisionales, si se estima una baja o decremento en los ingresos de la organización.

— Gestión de saldos a favor: adecuada administración de los saldos a favor de las distintas contribuciones que se tengan, para evaluar las posibilidades de su recuperación oportuna.

 

Mientras industrias como turismo, aeronáutica y manufactura se encuentran sin operaciones por decreto para atender a la contingencia actual, los ingresos serán afectados y, por lo tanto, se observará un decremento natural en el pago de impuestos.

En otros países se ha visto el establecimiento de medidas para ayudar a la reactivación económica de la manera más rápida posible desde un punto de vista fiscal, lo cual representa una oportunidad para el sistema fiscal en México, para contener la crisis y disminuir el impacto en la economía.

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