La mayoría de las organizaciones están modernizando las principales tecnologías de la información para mejorar la experiencia del cliente, sustituir el software obsoleto, trasladarse a la nube o adoptar sistemas de inteligencia artificial.

A estos retos se suman la evolución de las normativas, los cambios en el comportamiento de los clientes, el concepto de los datos como activo y las expectativas de los empleados de disponer de herramientas tecnológicas flexibles para utilizar en un lugar de trabajo más virtual.

El riesgo tecnológico y el cumplimiento deben adaptarse a esta nueva realidad. La encuesta Global de CCO 2023 de KPMG revela que el 56% de los CCO tiene previsto aumentar los presupuestos tecnológicos para la función de ética y cumplimiento. Sin embargo, en muchas organizaciones el conocimiento del riesgo tecnológico sigue siendo limitado o puede que no sigan el ritmo de la innovación.

Nuestros expertos

Contenido relacionado