Los continuos cambios en el ámbito geopolítico y económico condicionarán el sector de la aeronáutica y la defensa no solo en el corto plazo, sino que determinarán el comportamiento de la industria en los próximos años.

Los países occidentales, especialmente en Europa, han comenzado a trabajar de manera más estrecha ante la perspectiva de una agresión militar. La OTAN tiene una nueva oportunidad y la cooperación en materia de defensa entre las democracias de las regiones del Atlántico y el Pacífico se ha convertido en una prioridad. El cambio en el entorno político y de seguridad tiene un impacto significativo en el sector, incluso desde la perspectiva de fusiones y adquisiciones.

En la industria aeroespacial civil, fabricantes y aerolíneas se están preparando para un incremento significativo en la demanda impulsada por un incremento en los viajes y la relajación de las restricciones sanitarias.

El M&A liderará el camino en el desarrollo de nuevas formas de cooperación empresarial, a la luz del entorno tan cambiante. Y, aunque es posible que el ritmo de negociación disminuya mientras los tipos de interés continúen elevados, las previsiones apuntan a que sigan produciéndose un gran número de acuerdos de menor volumen en los próximos meses centrados en la tecnología, teniendo en cuenta que los fabricantes compiten para completar y ampliar su oferta estratégica de productos y servicios. Los inversores financieros también seguirán desempeñando un papel relevante en la búsqueda de combinaciones corporativas que ofrezcan una oportunidad para un mayor retorno de la inversión.

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