La confianza empresarial cae 11 puntos en dos meses como consecuencia del Covid-19

La confianza empresarial cae 11 puntos en dos meses

Las expectativas de facturación y contratación disminuyen notablemente mientras que se moderan los planes de inversión e internacionalización.

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  • Las expectativas de facturación y contratación disminuyen notablemente mientras que se moderan los planes de inversión e internacionalización.
  • Sólo el 47% de las empresas españolas cuenta con planes de contingencia ante el coronavirus.

La confianza empresarial sobre el crecimiento de la economía en 2020 ha caído como consecuencia del brote de coronavirus COVID-19. El 70% de los empresarios y directivos, encuestados en la semana del 9 de marzo, estima que la economía española irá a peor en 2020, frente al 59% que así lo consideraba en la encuesta llevada a cabo entre los pasados meses de diciembre y enero. Así lo señala el nuevo informe Perspectivas España 2020, actualizado por KPMG en las últimas semanas en colaboración con la CEOE. Asimismo, el porcentaje de empresarios que califica la situación económica actual como buena o muy buena ha descendido entre diciembre de 2019 y marzo de 2020 del 38% al 33%, a raíz del brote de coronavirus.

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Del mismo modo, la crisis generada por la expansión en España y a escala global del COVID-19 está alterando ya el funcionamiento cotidiano de las empresas. Ante esto, un 47% cuenta con un plan de contingencia ya en marcha y un 33% no ha elaborado un plan de continuidad, aunque prevé hacerlo. Sin embargo, dos de cada diez empresarios no lo tienen contemplado.

Hilario Albarracín, presidente de KPMG en España, ha asegurado que “debido a la incertidumbre generada por el COVID-19 y su impacto en las perspectivas de crecimiento, es importante contemplar en los planes de continuidad tanto factores operativos como regulatorios y financieros. Aspectos como la continuidad de los procesos centrales de su negocio en los diferentes escenarios potenciales, el control de la tesorería, el mantenimiento de la cadena de suministro o la gestión de recursos humanos son algunos de los aspectos más relevantes a contemplar”.

Por parte de CEOE su presidente, Antonio Garamendi, ha afirmado que “en estos momentos de crisis sanitaria, las empresas tiene una prioridad clara, que es al salvaguarda del bienestar y la seguridad de las personas trabajadoras. Esto está llevando a tomar medidas drásticas de suspensión de la actividad en muchos casos, lo que está poniendo en una segunda derivada a muchos negocios al borde de la quiebra. Que la crisis del COVID-19 no trascienda a una nueva recesión y otra pérdida masiva de empleo depende de que actuemos rápido con medidas extraordinarias de flexibilización en muchos frentes. Desde CEOE estamos trabajando con el Gobierno y los sindicatos en esa dirección y estamos seguros de que seremos capaces entre todos de mantener a salvo el ecosistema empresarial y la salud de los ciudadanos”.

La empresa española anticipa ya, por tanto, el impacto del COVID-19 en sus principales magnitudes de negocio. Las expectativas de facturación y contratación han disminuido notablemente mientras que se moderan los plantes de inversión e internacionalización respecto a los expresados dos meses atrás.

“La prioridad para las empresas ante el COVID-19 debe ser la salvaguarda de la salud pública tomando medidas destinadas a proteger a sus empleados, clientes y grupos de interés. El refuerzo de las medidas de higiene, la reducción de los viajes de los empleados, la suspensión de eventos numerosos o el fomento del del teletrabajo son, en este sentido, las principales medidas que están tomando las empresas para combatir el contagio”, ha añadido Albarracín.

A mediados de marzo de 2020, el 40% de los empresarios y directivos encuestados anticipaba que su facturación crecerá a lo largo del año 2020, lo que supone un descenso de 18 puntos porcentuales respecto a lo expresado entre diciembre y enero, cuando un 58% esperaba aumentar ventas.  En el extremo contrario, se incrementa el porcentaje de quienes anticipan un descenso en su facturación desde el 18 hasta el 29%.

En cuanto al empleo, el porcentaje de directivos que anticipa que tendrá que reducir su plantilla se incrementa desde el 23% hasta el 28%. Del mismo modo, aquellos que esperan contratar más se reducen del 36% al 23%. La inclinación mayoritaria en estos momentos es mantener estable la plantilla.

Los planes de inversión también se verán alterados por culpa del coronavirus. El 33% espera invertir más en 2020, un descenso de 9 puntos porcentuales respecto a la encuesta llevada a cabo entre diciembre y enero (42%). A pesar de todo, solo un 22% anticipa disminuir su nivel de inversión, que se mantendrá estable para el 44%.

Del mismo modo la internacionalización se verá afectada por el cambio en la coyuntura generado por el COVID-19. El porcentaje de empresarios y directivos que va a reducir la actividad internacional se incrementa hasta el 10%. A su vez, descienden del 34 al 25% quienes esperan incrementar su internacionalización.

Lo que sí están haciendo mayoritariamente las empresas españolas es implementar medidas para prevenir o afrontar el impacto del COVID-19 en sus negocios.  De esta forma, ocho de cada diez directivos aseguran que su empresa ha reforzado las medidas de higiene, un 76% está reduciendo los viajes de sus empleados y un 66% ha suspendido eventos, convenciones y otras reuniones numerosas.

La implantación o incremento del teletrabajo es la cuarta medida más aplicada por las empresas españolas, señalada por un 63% de los encuestados. En el extremo opuesto, los expedientes de regulación de empleo temporal (ERTES), la detención de las operaciones en países de riesgo o la valoración de entrar en negocios oportunistas son medidas residuales en el conjunto del tejido empresarial.

Las tres medidas de apoyo que mayoritariamente han pedido las empresas al Gobierno para ayudarles a afrontar las consecuencias del COVID-19 tienen que ver con la claridad en la comunicación, el apoyo financiero, la flexibilización de la regulación laboral y las ayudas fiscales. En primer lugar, las empresas demandan claridad y concreción en las comunicaciones para desplegar acciones coordinadas para reducir el impacto potencial de la pandemia (59%).

En segundo lugar, han pedido habilitar líneas de crédito en condiciones especiales para que los costes extra y las tensiones de tesorería que se generen a raíz de la situación no supongan un riesgo de supervivencia para las empresas.

Asimismo, la mitad de las compañías encuestadas esperan una flexibilización temporal de la regulación de los expedientes de regulación de empleo (ERTES/ERES). Otras medidas de carácter fiscal, como el aplazamiento del pago de las cuotas a la Seguridad Social, del IVA o la rebaja del impuesto de sociedades, son también relevantes para casi la mitad de las empresas participantes. De hecho, el Gobierno aprobó ayer medidas de forma extraordinaria para afrontar la crisis del coronavirus, que incluyen inyecciones de dinero a las Comunidades Autónomas y ayudas fiscales para las pymes.  

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