La ética y la integridad son los pilares en los que nos apoyamos para desempeñar nuestro trabajo con el mayor nivel de profesionalidad.

Nuestro Código de Conducta expresa nuestro compromiso con la aplicación de los estándares profesionales más exigentes. Este instrumento garantiza que nuestros empleados y equipos desempeñan su labor de acuerdo con nuestros principios y valores: obran con objetividad, demuestran competencia profesional, actúan con debida diligencia y protegen la confidencialidad de nuestros clientes.

Asimismo, nuestros profesionales cuentan con una Línea Ética, operada externamente, que facilita la comunicación de posibles conductas ilegales, poco éticas o inadecuadas.

Actuar con integridad es un valor fundamental en nuestra firma. Por esa razón, KPMG cuenta con políticas globales que van más allá del cumplimiento de las leyes y las normas profesionales. Además, la firma ha implementado procesos y controles específicos encaminados a prevenir el soborno y la corrupción. En este sentido, continuamente se proporciona formación relacionada con la prevención de estos delitos, destinada a todos los socios y profesionales que trabajan directamente para los clientes.