En un contexto de incertidumbre como el que enfrentamos hoy en día, toma más fuerza el concepto del Comportamiento Organizacional Positivo, el cual refiere a la aplicación de fortalezas y capacidades de las personas, con un enfoque positivo, buscando optimizar la gestión humana en las organizaciones.

Ante un nuevo normal, se propone un nuevo paradigma, donde se implica ajustar comportamientos y esto puede ser uno de los factores claves de éxito que permitirá a las organizaciones desarrollarse de mejor manera.

El cuarteto perfecto

La psicología positiva, desde hace varias décadas, ha buscado aportar a temas sociales como el bienestar laboral, la salud mental y aumento de la productividad. Es desde la psicología positiva donde se propone que el bienestar es más que la ausencia de la enfermedad, lo que significa, que para buscar el bienestar, se requiere de acciones proactivas. Al aumentar el bienestar, existe una relación directa con el aumento en la productividad y la satisfacción, lo que se puede entender como una posición de ganar-ganar entre organizaciones y colaboradores.

En este nuevo paradigma surge el concepto de capital psicológico, el cual se compone de cuatro elementos:

La autoeficacia, la cual se define como parte de tener seguridad y confianza para realizar tareas y enfrentar nuevos retos. Niveles altos en autoeficacia generan perseverancia. Esta se construye con la realimentación de un líder y con el concepto que tenga una persona de sí misma. Cuando ambas partes creen en la persona, permite que esta aumente sus capacidades para organizar y ejecutar cursos de acción más rápidos, para el logro de objetivos.  

El optimismo se refiere como la posibilidad de obtener resultados positivos frente a alguna situación, ya sea por causa externa o temporal, hacia el futuro. El optimismo permite al personal ver el “vaso medio lleno” ante una situación de incertidumbre, lo que le facilita actuar con más entusiasmo y motivación, buscando “hacer que las cosas pasen” y apoyando a las organizaciones a salir de la crisis y a reinventarse, según sea necesario.  

Un liderazgo positivo permitirá permear de optimismo a su equipo y desarrollarlo en esa dirección; en términos de John Maxwell, un líder “conoce el camino, enseña el camino y sigue el camino”.

Luego se encuentra la esperanza la cual se define en el contexto laboral como una motivación por completar las metas que se han definido, encontrando diferentes vías de cómo llegar a cumplir el objetivo, afrontando activa y asertivamente los retos que se presenten.

Ante la actual coyuntura, se deben buscar formas para que la adversidad se convierta en una oportunidad, y donde se fortalezca una cultura organizacional de superación de obstáculos y de mantener una actitud esperanzadora para seguir adelante, tanto ahora como una vez pasada la tempestad.

Finalmente, la resiliencia, entendida como la capacidad de recuperarse ante los eventos adversos, combatir o enfrentar a la adversidad, seguir adelante ante un panorama difícil y, como líderes buscar fomentar el proceso y mayor responsabilidad, inspirando al personal colaborador a seguir adelante ante situaciones complejas.  

Estas, son cuatro actitudes deseadas en las personas y por lo que las organizaciones deben ofrecer un espacio seguro en donde estas se puedan potencias y que fomente que los individuos puedan apropiarse de las mismas.  

En consecuencia, el capital psicológico fomenta la participación del personal colaborador dentro de la organización. En el nuevo normal, se considera que las personas que posean las cuatro variables se van a caracterizar por tener mayor entrega y esfuerzo en cumplir las metas propuestas dentro de la institución. Las organizaciones entonces buscarán a estas personas para que sean sus aliados y se conviertan en agentes de cambio en sus propios equipos. 

La situación que actualmente enfrentamos a nivel mundial es única, estamos en un momento histórico, que marcará un antes y un después, por lo que la capacidad de las empresas para adaptarse y reinventarse será esencial para su desarrollo sostenible y crecimiento continuo.

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                        Cristina Gutiérrez                                                    Daniela Zeledón

                        Gerente de Consulting                                            Asesora Senior de Consulting

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