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Una postura realista ante el futuro

Los empresarios españoles son realistas. Hace tiempo que han interiorizado la desaceleración económica prevista a nivel mundial y en España. Su visión sobre la economía para 2020 es cauta pero no negativa. Asumen que habrá menor crecimiento pero intentarán gestionarlo y compensarlo.  

España avanza hacia crecimientos del PIB inferiores al 2% pero, en realidad, no es ninguna novedad. Estas previsiones ya estaban sobre la mesa antes de arrancar el ejercicio 2019. Y los directivos y empresarios las tienen desde hace tiempo interiorizadas. Mientras no se agudice la desaceleración, no será necesario virar el barco.

Con este telón de fondo, la mayoría de los empresarios (55%) consultados califica la situación económica de “regular” y un 37% la percibe como positiva. Preguntados por sus expectativas para 2020, la mayoría, el 59%, cree que la situación empeorará, por encima del 48% de la edición anterior.

Evolución de las perspectivas de la situación actual de la economía española

Evolución de las perspectivas de la situación actual de la economía española

Entre las comunidades autónomas más optimistas figuran la Comunidad de Madrid, País Vasco Baleares, Andalucía, Cataluña y Navarra. Entre los sectores más optimistas aparecen Seguros, Energía: electricidad y gas y Transporte.

La empresa española necesitará seguir tomando decisiones en un entorno de incertidumbre. La sensación de fin de ciclo perdura, pero el propio concepto de ciclo está siendo cada vez más cuestionado, y en cualquier caso no implica que se vaya a dejar de buscar el crecimiento. En el caso de los mercados de capitales, a pesar el nivel mínimo de tipos de interés, la combinación de estabilidad en política monetaria y la esperanza del repunte del crecimiento global durante el 2020 marcan un buen tono. Habrá oportunidades robustas tanto para quienes buscan optimizar su estructura de capital como para los que se decantan por crecer vía operaciones corporativas. Como siempre, habrá que estar atentos para detectar anticipadamente los escenarios posibles y llevar a cabo las estrategias más adecuadas.

Incertidumbre política

Uno de los elementos que siguen de cerca las empresas, por el impacto directo o indirecto que puede tener en su negocio, es la situación política. El año pasado, además, la incertidumbre política fue intensa en España con la celebración dos elecciones generales - abril y noviembre-, lo que se tradujo en un ejercicio casi completo de interinidad.  Ante esta situación siete de cada diez (72%) directivos encuestados ha acusado un impacto negativo de la situación política en su empresa, cifra cinco puntos superior a la que recogió el informe Perspectivas hace un año. Descubre más detalles en el informe completo.