Auditoría o Revisoría Fiscal, ¿qué le conviene más a su empresa y para qué le puede servir?

Las organizaciones deben tener sistemas efectivos para la gestión y comprensión de riesgos financieros, estratégicos y de negocios.

Las organizaciones deben tener sistemas efectivos para la gestión y comprensión de riesgos

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Bogotá, mayo de 2021 - De la Revisoría Fiscal y la Auditoría a veces solo se habla en las grandes empresas, y por lo general, entre las audiencias más especializadas. No obstante, a veces no se conoce lo suficiente sobre la importancia de estos profesionales como aliados en la previsión de oportunidades y el hallazgo de amenazas, en apoyo a las decisiones de riesgo controlado y en la toma de decisiones seguras y transparentes.

Su posición es estratégica a la hora de entender y tomar medidas frente a riesgos no solo financieros, sino en general, cercanos a la continuidad del negocio.

Un ejemplo de riesgo es el que se asocia al incremento de ataques cibernéticos, que de acuerdo con el estudio “Ciberseguridad en entornos cotidianos”, de la Cámara Colombiana de Informática y Telecomunicaciones, alcanzó la cifra de 16.654 casos reportados en 2020 (un incremento del 101% frente al año anterior). Esto explica que el 52% de los 500 CEOs de distintos mercados encuestados por KPMG en su edición global CEO Outlook 2020, identifiquen la seguridad de datos como el área principal de inversión planificada.

A esto se pueden sumar los riesgos derivados de la incertidumbre y la recesión económica provocada por la pandemia del COVID-19 que ha puesto en jaque a las empresas y organizaciones. En medio de este contexto retador, el papel previo e incluso posterior de estos profesionales es fundamental para los negocios y se hace necesario comprender mejor su rol, incidencia y las diferencias claves al hablar de Revisoría Fiscal y Auditoría.

Lo básico sobre la Revisoría Fiscal

La Revisoría Fiscal hace las veces de un órgano de control independiente cuyo objetivo es vigilar y garantizar el cumplimiento ajustado de una organización a la normativa externa e interna. Su insumo principal son los reportes de operación y sanidad financiera de las organizaciones y normalmente reporta al cierre de cada ejercicio fiscal, ya sea semestral o anual.

Sus recomendaciones son de carácter impositivo y no existe una subordinación laboral con la organización auditada, esto con el fin de mantener la independencia y evitar los conflictos de interés; característica que garantiza su transparencia.

“Los resultados de la Revisoría Fiscal son de vital importancia pues permiten, por un lado, la toma de decisiones por parte de la organización, y por otro, la vigilancia de la misma por parte de socios, accionistas, autoridades y otros terceros clave”, asegura Gloria Mahecha, Socia de Auditoría en KPMG Colombia.

La figura del Revisor Fiscal es internacional y hace parte de la operación de las compañías más relevantes del mundo de los negocios, aunque no sea obligatoria en todos los casos.

De acuerdo con Mahecha, el Revisor Fiscal debe reportar al máximo órgano social de la compañía, así como a los entes de vigilancia y control y otras entidades gubernamentales que lo requieran. “Es el encargado de denunciar a las autoridades competentes en caso de que encuentre irregularidades o presuntos delitos”, complementa.

Lo básico sobre la Auditoría

La Auditoría valora y da información sobre el control y cumplimiento de los administradores de la organización frente a los estatutos vigentes. Es una figura que existe solo en Colombia, con el fin de dar confianza al público general. La Auditoría puede ser interna o externa.

En la Auditoría Interna, se ejerce vigilancia y se emiten reportes para evitar afectar el cumplimiento de los periodos consolidados al dar seguimiento y alertas tempranas, buscando mejorar la eficacia de los procesos, la gestión de riesgos, el control interno y gobierno corporativo de una compañía. La adopción de sus recomendaciones por parte de la Administración son obligatorias para el sector financiero, y contrario a lo que sucede con la Revisoría Fiscal, genera una vinculación laboral. De igual forma, la auditoría interna reporta exclusivamente a la Administración y si existe, al Comité de Auditoría y es fundamental para el aseguramiento de la calidad y continuidad operativa en las organizaciones.

Por su parte, la Auditoría Externa es una figura similar, pero no igual a la de la Revisoría Fiscal, dada la responsabilidad civil, penal, profesional, social y pecuniaria que tiene esta última. La auditoría externa, busca vigilar las prácticas y reportes operativos y financieros de una organización; evalúa la razonabilidad de los estados financieros y el control interno, aunque no tiene la responsabilidad de todo el cumplimiento normativo. Si se cuenta con Revisoría Fiscal no es necesario contar con auditoría externa pero esta decisión es potestad de cada compañía. Asimismo, la auditoría externa reporta al cierre de cada ejercicio fiscal a la Administración, al Comité de Auditoría, a la Junta Directiva e incluso puede generar reportes a terceros, pero está más en función de la organización y sus asociados, que de la vigilancia de terceros.

¿Qué debe tener en cuenta una organización con respecto a su cuerpo auditor?

Las organizaciones deben contar con sistemas efectivos para la gestión de riesgos más allá del ámbito financiero, que partan de una Revisoría - Auditoría capaz de entender y abordar su labor desde la perspectiva estratégica y de negocio. Así podrán llevarse a cabo controles adecuados, potenciar oportunidades, reducir amenazas, asignar los recursos de forma más eficiente, minimizar pérdidas y fortalecer la gobernabilidad de la organización.

“Los auditores y revisores deben tener una participación activa y crítica para que, desde sus conceptos, puedan hacer acompañamiento y control en temas actuales y demandantes para las organizaciones, como la transformación digital”, afirma Mahecha.

¿Qué rol juega una compañía como KPMG en este proceso?

KPMG Colombia presta servicios de Revisoría Fiscal y Auditoría Externa (que puede tener alcance y control sobre procesos internos). Como factor diferencial, KPMG se sitúa como un aliado estratégico y líder en el mercado, ya que presta estos servicios en distintas industrias y sectores de forma especializada. En Auditoría, por ejemplo, hay dos grandes grupos: por un lado, el financiero, donde están los bancos, fiduciarias, fondos, etc.; y por otro lado, manufactura y servicios.

Cada servicio está en manos de áreas altamente especializadas en brindar soluciones inmediatas y contundentes a los clientes, no solo con el resultado de la auditoría, sino también desde la práctica de Advisory/Consultoría (en los que se prestan los servicios de auditoría interna), para poder acompañar y mejorar cada proceso de la organización con una visión actualizada.

En palabras de Gloria Mahecha, “más allá del control, la Revisoría Fiscal y la Auditoría de calidad deben ser capaces de ejercer una asesoría y acompañamiento estratégico, aportando al cumplimiento de los objetivos de la organización”.

Al final, ¿debo o no debo tener estos procesos en mi empresa?

Si está obligado, o por su tamaño y presencia internacional lo realiza, está fuera de discusión. La figura de revisor fiscal es obligatoria si se cumple el nivel de activos y de ingresos determinados en las normas, sin embargo, la recomendación de Mahecha es que todas las compañías deben contar uno de estos entes de control. Esto con el fin de mantener un adecuado sistema de control interno, lo cual contribuye a fortalecer su gobierno corporativo, administración de riesgos, así como la anticipación de escenarios adversos. El futuro y la sostenibilidad de una organización puede extenderse y fortalecerse con una buena ejecución de Auditoría y/o Revisoría Fiscal.

Otro aspecto para destacar son las buenas prácticas organizacionales. Por lo general, en su mayoría las pequeñas y medianas empresas no tienen establecido un plan de gestión de riesgos, por lo cual el proceso de control es más complicado. Las organizaciones deben entender que la gestión de riesgos, no solo financieros sino de negocios, es fundamental para mejorar oportunidades y procesos, y para mejorar la capacidad de recuperación ante amenazas.

De acuerdo con Gloria Mahecha, “esto adquiere aún más relevancia ahora, en medio de la incertidumbre generada por la pandemia. La estrategia de cada organización debe integrar el control interno hasta volverlo parte de todas las operaciones y procesos, desde las evaluaciones de desempeño individual, hasta la documentación y comunicación adecuada de los controles en todos los niveles”.

En un contexto de transformación, contracción económica y trabajo en casa, las organizaciones deben apoyarse en equipos multidisciplinarios orientados a la recuperación, que sean capaces de ofrecer oportunidades de mejora y apoyo en la toma de decisiones.

 

 

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