COVID-19 aceleró las conversaciones relacionadas a M&A (fusiones y adquisiciones), dando forma a gran parte de lo que sucede en el panorama bancario europeo. La baja rentabilidad sigue siendo una preocupación para todo el sector en medio de las presiones generadas por tasas negativas en los ingresos netos por intereses, y el lento progreso en materia de generación de comisiones y medidas sobre costos. Además, un repunte de las provisiones para insolvencias tras un aumento previsto en los NPL ha reducido los beneficios después de impuestos. Estos desafíos sugieren que se avecina un repunte en las fusiones y adquisiciones del sector.

Para el segundo semestre de 2020, el sector ya había comenzado a dar señales de recuperación a partir de la concreción de algunos acuerdos importantes que estaban en circulación. Sin embargo, la escala por sí sola no será suficiente para impulsar la actividad. Otros factores, como las consideraciones sobre el margen, los NPL, el modelo de negocio, el margen para realizar recortes en los costos y la creación de valor potencial tendrán prioridad. 

Si bien todavía es difícil descifrar cómo puede evolucionar el mercado de fusiones y adquisiciones en 2021, hay señales de vida. En el sitio de KPMG “Global Banking M&A Trends 2021” los especialistas exploran los eventos que podrían impulsar esta actividad en el corto plazo. Por ejemplo:

  • La caída en los valores ha creado un mercado interesante para los compradores, especialmente para los agentes de capital privado y las empresas públicas.
  • La innovación digital se ha normalizado y los bancos progresistas se están enfocando en la adquisición de capacidades digitales como inteligencia artificial y análisis avanzado.
  • La generación de capital orgánico por sí sola sigue siendo insuficiente para restaurar la rentabilidad; así, los bancos buscan opciones como nueva emisión de capital, venta o cierre de carteras, etc.
  • Los bancos globales están incorporando cada vez más los aspectos medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG) a su marco de gestión de riesgos. Esperamos que los bancos sustituyan las carteras comerciales existentes, aunque dichas transiciones de cartera pueden llevar tiempo.
  • Los primeros signos de deterioro en la calidad de los activos se observaron en 2020. Se espera un incremento de los incumplimientos durante 2021.
  • Los reguladores en varios países/regiones están relajando los estrictos requisitos de capital o suavizando las restricciones para los acuerdos, liberalizando y aumentando la participación extranjera para fomentar la actividad.

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